Mnangagwa firmó la ley que abolió definitivamente la pena de muerte el 31 de diciembre de 2024, tras la aprobación del Senado en diciembre. La última ejecución en el país tuvo lugar en julio de 2005, y desde entonces, Zimbabue ha mantenido una moratoria de facto.
La reunión también abordó la labor de la Comunidad por la paz en África y la necesidad de redoblar los esfuerzos para la estabilidad continental.
La abolición definitiva de la pena de muerte representa un avance significativo en la campaña mundial impulsada por Sant'Egidio, que lleva años trabajando para eliminar las ejecuciones mediante el diálogo con los gobiernos y la sensibilización de la opinión pública internacional.