Una delegación de la Comunidad de Sant’Egidio ha visitado estos días las ciudades sirias de Damasco, Homs y Alepo.
En Alepo entregaron a monseñor Jallouf y a la Syrian Arab Red Crescent ayuda humanitaria y medicamentos para las capas más vulnerables de la población, en el ámbito de una colaboración con el Ministerio de Sanidad sirio.
Estos días también han sido una valiosa ocasión para visitar a las comunidades cristianas, una antigua presencia de fe y de diálogo, que han tenido que soportar muchos años de guerra, y cuyas heridas, por desgracia, son bien visibles por todo el país.